La experiencia de arteterapia ha ayudado muchísimo a mi hija durante todo el tiempo que estuvo ingresada por el tratamiento que recibía entonces.

Cada vez que venías a verla se le iluminaba su carita, se llenaba de alegría e ilusión. Tus clases de arteterapia hacían que sintiera que no estaba en un hospital. Era súper feliz con tus sesiones y cuando acababan ya estaba deseando volver a verte.

Ha sido una experiencia muy gratificante ya que provocabas en ella sentimientos de felicidad y emociones positivas.

Desde luego, la arteterapia ayuda al estado de ánimo de los pacientes y a afrontar el tiempo que permacen ingresados.

Muchas gracias por dar ilusión y alegría a través de tus sesiones.